EL REIKI Y LAS ENFERMEDADES


Hay veces en las que amigos, conocidos o familiares requieren, por alguna condición física especial o por algún tipo de situación aparentemente problemática por la que están pasando, que se les administre Reiki.


El Reiki, o Rei Ki, Energía de Luz Universal, es filtrado por medio de los chakras de la coronilla del canal, en este caso, de mi chakra de la coronilla, y pasa al paciente por mis manos, según lo que necesite.


Muchas veces la energía actúa como se espera: sanando la dolencia, calmando el dolor, apaciguando el estrés. Otras veces no, y es que actúa con sabiduría.


Las enfermedades o dolencias en general no las entiendo como enfermedades en sí mismas, como casos que pueden ser estudiados por la medicina moderna, y cuyas investigaciones incluyen estadísticas. Las enfermedades, en gran parte, son síntomas de condiciones internas que el ser humano debe aprender a superar. La dolencia está ahí para decirnos que existe ese problema, y hay que solucionarlo. Después de todo, aquí se viene a aprender. No a ser felices y a hacer de la vida un recreo, aunque muchos pensamientos vengan a decirnos eso, y hay que dudar de ellos si es que esa propuesta excluye el aprendizaje. La realidad enseña eso: hay que aprender; una vez aprendido, hay que practicar; una vez adquirido el conocimiento, hay que estar disponible para estenseñar a quien lo pida. Yo lo veo así a partir de lo que he experimentado con el Reiki.


Dije que las enfermedades, en su mayoría, son síntomas de situaciones internas que hay que solucionar. Sin embargo, hay algunos casos en los que la enfermedad responde a una deuda kármica. Esto quiere decir que alguien incumplió con un cometido principal en una vida anterior o que le provocó a alguien una dolencia equivalente a la que sufre ahora. Entonces, no hay nada que hacer en estos casos salvo cargar con esa dolencia y concentrarse en desarrollar el mundo interior. Si ese trabajo se realiza bien, créeme que se ha avanzado bastante. Muchísimo.


Entonces, en geneal, si alguien tiene alguna dolencia, algún tipo de lesión constante en un mismo lugar del cuerpo, por ejemplo, primero golpes en los dedos gordos de los pies, luego una pequeña fractura en una de esas falanges, luego de algún tiempo hongos en las uñas de esos dedos, debería ver por medio de mapas corporales de acupunturistas, por ejemplo, con qué sentimientos o condiciones anímicas se relacionan esas partes del cuerpo para identificar el problema a tratar.


Lo más efectivo, sin embargo, y lo digo por experiencia propia, es rezar y meditar. Tarde o temprano llegan respuestas efectivas. Una vez adquiridas las respuestas, solamente hay que poner manos a la obra y cambiar. Cambiar estructuras mentales, cambiar hábitos de todo tipo, incluso cambiar de casa o de relaciones sociales.


¿Cómo ayuda el Reiki a todo esto?


Pues de una manera muy sencilla y directa. Limpia y armoniza los chakras, prepara los cuerpos para el trabajo que uno mismo debe realizar. Ayuda a estar despejado para recibir las respuestas. Ayuda a concentrarse en la fuerza propia que permite conseguir objetivos.


Esta vida es un trabajo, y no solamente un trabajo de tipo intelectual o físico, es también un trabajo fundamentalmente interno.


Por eso los preceptos del Reiki que habría que cumplir con rigurosidad diaria:


- Agradecer

- Ser amable con todo y con todos

- Estar constantemente en paz (no molestarse)

- Estar tranquilo (no preocuparse)

- Trabajar duro (más que nada, trabajo interior)


En el fondo de todo están la disciplina y el desarrollo de la voluntad. Solamente un ser humano de voluntad superior, es decir, quien es capaz de dominar sus pasiones con fines superiores, puede lograr cambios de verdad en este planeta en favor del desarrollo de la Humanidad. Todos los demás están de paso. Porque así lo han decidido. Una lástima.

Comentarios

Úrsula Carranza Peñaranda ha dicho que…
Con este artículo no desvirtúo de ninguna manera la necesidad de la existencia de la medicina moderna. En el mundo tal como está, es súper necesaria. ¿Acudiríamos donde un acupunturista o donde un chamán sin más cuando a alguien a nuestro lado le han atropellado y está con una fractura expuesta? Si se está cerca de una clínica, lo obvio es llevarlo hacia allá. Si se está en medio de la selva, bueno, se hace lo que se puede hasta lograr trasladar al enfermo, Dios mediante, a una clínica como debe ser. Pero, como bien lo dijo Jesucristo, al César lo que es del César. Insisto, sin embargo, en la necesidad del trabajo interno.

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